El Molino Eulalio Winkler ubicado en la cuenca del río Turvilla, junto al pueblo. En la actualidad está abandonado, pero una historia de Árchez cuenta que al poco tiempo de que Doña Fidela dejara el molino a principios de siglo un vecino del pueblo lo compró y al retirar una gran roca de río encontró una orza llena de monedas de plata y oro.